Whistler salt? repentinamente a la fama, como una estrella errante en un momento crucial en la historia del arte, un campo en el que fue pionero. Como los impresionistas a los que admiraba, deseaba imponer sus propias ideas. La obra de Whistler puede dividirse en cuatro periodos. El primero puede llamarse periodo de investigaci?n, en el cual recibi? la influencia del realismo de Gustave Courbet y del arte japon?s. Despu?s, Whistler descubri? su propia originalidad en la serie de Nocturnos y de los Jardines de Cremorne, con las que entr? en conflicto con los academicistas, que quer?an que un trabajo art?stico contara una historia. Cuando pint? el retrato de su madre, Whistler lo titul? Composici?n en gris y negro y fue una obra simb?lica de sus teor?as est?ticas. Cuando pint? Los jardines del placer de Cremorne no lo hizo para representar figuras identificables, como hizo Renoir cuando toc? temas similares, sino para capturar la atm?sfera. Adoraba la bruma que flotaba sobre las orillas del T?mesis, la luz p?lida y las chimeneas de las f?bricas que por las noches se convert?an en m?gicos minaretes. La noche redibujaba el paisaje, borrando los detalles. Este fue el periodo en el que se convirti? en un aventurero del arte; su obra, que rayaba en la abstracci?n, escandaliz? a sus contempor?neos. El tercer periodo est? dominado por los retratos de cuerpo completo, que le dieron fama. Era capaz de imbuir una profunda originalidad a este g?nero tradicional. Trat? de capturar una parte del alma de sus modelos y coloc? a sus personajes en su entorno natural. Esto daba a sus modelos una extra?a presencia, de modo que parecen a punto de levantarse y salirse del cuadro para enfrentar al observador. Al extraer la esencia po?tica de las personas, cre? retratos que sus contempor?neos describ?an como ⌠medios■, y que fueron la inspiraci?n para que Oscar Wilde escribiera El retrato de Dorian Gray. Hacia el final de su vida, el artista comenz? a pintar paisajes y retratos en la tradici?n cl?sica, con una fuerte influencia de Vel?zquez. Whistler demostr? ser sumamente riguroso en cuanto a que sus pinturas coincidieran con sus teor?as. Jam?s titube? en batirse con los m?s famosos te?ricos del arte de su d?a. Su personalidad, sus arrebatos y su elegancia fueron el foco perfecto para la curiosidad y la admiraci?n. Fue amigo cercano de St?phane Mallarm? y fue admirado por Marcel Proust, quien le rindi? homenaje en su libro En busca del tiempo perdido. Tambi?n fue un caballero provocativo, una figura quisquillosa de sociedad, artista exigente y osado innovador.